Michael Kozak, encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado de EE.UU |
“Nuestro apoyo ha sido a las elecciones democráticas de Venezuela, no a Juan Guaidó como persona, sino como presidente electo de la Asamblea Nacional y, por tanto, por la Constitución, como presidente interino”, explicó en una rueda de prensa Michael Kozak, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado.
Kozak reiteró que Washington no concibe una transición con el actual presidente, Nicolás Maduro, aún en el poder; pero fue más explícito al aprobar la entrada de liderazgos chavistas en un eventual Gobierno de transición que lleve a la convocatoria de elecciones. “Un Gobierno de transición obviamente implica que debe ser aceptado ampliamente para ese propósito de traer elecciones libres y justas”, subrayó.
El funcionario agregó que “hemos sido claros desde el principio. Hemos visto al movimiento Chavista y al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) como representante de una proporción significativa de la población y teniendo un papel en la política de Venezuela en el futuro”.
Kozak, además, reveló que Washington ha mantenido contactos con Moscú acerca de Venezuela y aseguró que “continuará teniéndolos mientras sean útiles”.
Las declaraciones de Kozak se producen después de que esta semana el secretario de Estado, Mike Pompeo, prácticamente descartara la opción militar para Venezuela al considerar que usar la fuerza de las armas tendría riesgos “significativos”, en lo que supone un cambio sustancial de postura.
Hasta ahora, la Administración estadounidense había defendido que “todas las opciones estaban sobre la mesa” en relación con la crisis en Venezuela y aseguraba que eso incluía la opción militar.
Futuro incierto de Guaidó
Guaidó se declaró presidente el pasado 23 de enero al considerar ilegítima la reelección -en 2018- de Maduro. Para hacerlo, invocó la Constitución de Venezuela, que establece que el presidente del Legislativo asume el mando cuando el Ejecutivo está vacante.
Estados Unidos fue el primer país en reconocerle como presidente interino de Venezuela y, desde entonces, emprendió una campaña destinada a derrocar a Maduro mediante la imposición de sanciones contra empresas y funcionarios, incluido el hijo del presidente.
En teoría, el mandato de Guaidó como presidente de la AN, de mayoría opositora, expiraría el próximo 5 de enero debido a un pacto de gobernabilidad por el que le correspondería a las formaciones con menor representación proponer al próximo presidente legislativo.
Un grupo de partidos opositores con representación minoritaria en el Congreso venezolano ya ha anunciado que respaldará a Guaidó, pero el líder opositor aun así tiene que superar la votación. EFE