Zach Christensen, agente de Policía en la ciudad estadounidense de Farmington (Nuevo México), se vio forzado a dimitir el pasado 1 de octubre tras ser confrontado con evidencias de haber agredido –en términos jurídicos: utilizado fuerza excesiva– contra una chica afroamericana de apenas 11 años, informa NBC News.
Christensen dijo que atacó a la niña por "tomar más leche de la que debía" en la cafetería escolar.